Cuándo plantar:
-En la primera luna creciente de marzo y abril, si plantáis en mayo aún estáis a tiempo.
-También se puede germinar la semilla en algodón para luego pasarla al vaso o directamente a la maceta o al suelo.
-Se puede plantar directamente en el suelo o en maceta, pero casi mejor en un vaso de plástico para permitir que la raíz crezca al menos 2.5cm en profundidad.
-También se puede germinar la semilla en algodón para luego pasarla al vaso o directamente a la maceta o al suelo.
Agua:
– El cañamo necesita bastante agua, pero sin llegar a tener la tierra permanente empapada; como referencia observareis que con la falta de agua las hojas se caen.
Temperatura:
– No requiere temperaturas superiores a 18 grados, así que eso de creer que más calor mejor es falso, ya que la planta se agobia y se aplatana.
Macho y Hembra:
-Macho; las plantas masculinas tienen menos color, más altura y son más delgadas, tienen menos hojas y las ramas nacen del tallo a una mayor distancia entre sí, al tiempo que producen una especie de bolitas.
-Hembra; las plantas femeninas son más achaparradas y redondeadas, de un verde más oscuro, tienen muchas hojas y las ramas salen del tallo mucho más próximas entre sí.
-Si las hembras son fecundadas producirán semillas pero perderán potencia psicoactiva, así que si no se quieren producir semillas para el siguiente año procurar cortar los machos antes de su floración.
Abono
–Se necesita una tierra rica en nutrientes y abonos especializados para el cañamo, ya que éstos ofrecen los nutrientes adecuados.
Trasplante:
–Primero hacerlo en un día nublado o al caer la tarde de forma que las raíces no se vean expuestas a luz.
-Procurar que el nuevo terreno sea lo más parecido al anterior.
-Se saca la planta delicadamente con la tierra como un bloque compacto y se coloca en un agujero previamente practicado en el nuevo terreno, se procurará no tocar el tallo, sosteniéndolo lo más cerca posible del nivel de tierra, y sin tocar las raicillas ni las hojas, al depositar el bloque de tierra en el agujero se procurará enfocar la planta hacia la luz para no obligarla a una movimiento fototrópico-de búsqueda de luz-que podría perjudicar el arraigamiento.
-El agujero debe ser lo bastante profundo como para permitir a la joven raíz extenderse en todo su longitud.
-El terreno se reordenará de forma que el tallo quede a la misma altura del suelo que tenía anteriormente, acumular demasiada tierra alrededor del tallo puede ser peligroso.
– Regar al finalizar la operación a fin de facilitar la adaptación al nuevo terreno.